El nombre del pueblo parece provenir de la existencia en el momento de su fundación, de un pequeño castillo o torre que, edificada probablemente durante la dominación musulmana de la zona, estaba caída o “mocha”, de ahí el nombre de Torremocha.
No hay disponible información acerca de los orígenes de Torremocha, pero parece ser que proviene del siglo XII como uno de los muchos lugares surgidos durante la época de la repoblación del territorio molinés después de su reconquista por el rey aragonés Alfonso I el Batallador y su posterior entrega al conde Don Manrique de Lara, quien le dota de Fuero propio, propiciando de esta forma la llegada de nuevos habitantes.
Toribio Minguella en su “Historia de la Diócesis de Sigüenza y sus Obispos” recoge el censo que en 1.353 se realiza de todas las parroquias de la Diócesis, y en el que la parroquia de Torremocha aparece como feligresía única con dos beneficios que rentan anualmente la cantidad de 450 maravedís: “enla iglesia de torremocha ay dos beneficios e lleva el clérigo conla cura la tercera parte vale de renta cada año 200 mrs et el otro beneficio del absente lieva las dos partes vale de renta cada año 250 mrs son ccccl mrs.”
Torremocha siempre tuvo la consideración de lugar de realengo, y como tal perteneció desde sus orígenes al Común de Tierra de Molina, participando sus representantes en las Juntas Generales donde ocupan el sexto asiento de los correspondientes a la Sexma del Sabinar, en la cual se encuentra integrado.
DICCIONARIO GEOGRÁFICO - ESTADÍSTICO - HISTÓRICO de ESPAÑA
Y SUS POSIONES DE ULTRAMAR
Por Pascual Madoz
MADRID 1845 - 1850
TORREMOCHA DEL PINAR: l. con ayunt. en la prov. de Guadalajara (21 leg.), part. jud. de Molina (2, aud. terr. de Madrid (31), dióc. de Sigüenza (10). SIT. en llano con buena ventilación y CLIMA sano. Tiene 50 CASAS; la consistorial; escuela de instrucción primaria frecuentada por 14 alumnos; una igl. parr. servida por un cura y un sacristán. Confina el TÉRM. con los Estables, Torete, Ventosa y Canales; dentro de él se encuentran varios manantiales y una ermita. El TERRENO, que participa de quebrado y llano, es de buena calidad; comprende buenos trozos de monte poblados de encina, roble, sabina, enebro y otros arbustos. CAMINOS: los que dirigen á los pueblos limítrofes. CORREO: se recibe y despacha en Molina. PROD.: trigo, cebada, centeno, avena, legumbres, leñas de combustible y buenos pastos, mayor y menor. IND.: la agrícola y recreación de ganados. POBL.: 45 vec., 150 almas. CAP. PROD.: 1.200,000 rs. IMP.: 60,500. CONTR.: 2,715.
Es muy posible que de Torremocha del Pinar fuera Fray Pedro de Torremocha, nacido allá por las primeras décadas del siglo XVI y muerto con fama de santo en la ciudad de Molina el año 1.576.
REAL DECRETO DE SU MAGESTAD, PARA QUE CON ARREGLO A LA INSTRUCCION, FORMULARIOS Y PLANES, QUE LE ACOMPAÑAN, SE AVERIGUEN LOS EFECTOS, en que puede fundarSe Contribución, para el mayor alivio de Sus VaSSallos, en lugar de las que componen las Rentas Provinciales
Se trata del llamado Catastro del Marqués de la Ensenada, puesta en marcha por Real Decreto de Fernando VI de 10 de octubre de 1.749, como paso previo a una reforma fiscal, que sustituyera las complicadas e injustas rentas provinciales por un solo impuesto, la llamada Única Contribución. La Única Contribución no se llegó a implantar, pero ha dejado un importante volumen de documentación.
Para esa reforma fiscal, se pretendía un estudio de las riquezas y posesiones de cada lugar, de tal forma que se elaboró un "Interrogatorio" de varias preguntas, 40, con su propio "manual de instrucciones".
El Interrogatorio, en su formato original, puedes leerlo aquí y sus respuestas aquí. Actualmente se está intentando transcribir por completo.
Dentro del término municipal de Torremocha del Pinar, se haya Arandilla, cerca del conocido paraje del "Campamento, en el camino que va hacia el Montesinos. Desde allí inicia su viaje el río que lleva su nombre y que finaliza en el Gallo, poco antes de que el Tajo se le una en el Puente de San Pedro.
Ya el primer Conde molinés, Don Manrique de Lara, elige Arandilla como lugar para levantar un monasterio que debería de convertirse en el principal del Señorío y que serviría de lugar de enterramiento para la familia condal. Para tal fin dona el término al monasterio benedictino de Santa María de Huerta. En 1.164, año de la muerte de Don Manrique, se cita Arandilla en la bula de confirmación que el Papa Alejandro da a los monjes de Santa María de Huerta, y cuyo documento figura en su Cartulario: “grangiam que dicitur Arandela, cu apendicibus suis”. La confirmación de la temprana donación hecha por el conde Manrique la encontramos en el testamento de su hijo Don Pedro, en el que declara que Arandilla y su término los donó su padre al monasterio de Huerta.
En 1.167 se produce, por parte de Doña Ermesenda, viuda de Don Manrique, y del actual Conde Don Pedro una nueva concesión de Arandilla, por un período de dos años, al citado monasterio de Huerta, ratificando la hecha por el primer señor molinés.
En el documento de donación que se conserva en el Cartulario del Monasterio de Santa María de Huerta, se contemplan una serie de condiciones de obligatorio cumplimiento por ambas partes. La Condesa viuda y su hijo se comprometen a entregar a los monjes benedictinos, además de la heredad, la suma de doscientos mencales (moneda utilizada en la época) anuales y el salario del maestro de obras encargado de levantar la abadía que se pretendía hacer en Arandilla. Si en el plazo de dos años los monjes no habían cumplido con su parte de compromiso, los Condes se quedarían con el fruto de la producción del terreno correspondiente a un año. Por el contrario, si eran los Señores molineses los que no cumplían lo pactado, el monasterio soriano se quedaba con la heredad de Arandilla con todos sus derechos.
Sin saber exactamente qué parte no cumplió lo pactado, lo cierto es que transcurridos esos dos años la construcción de la abadía no se había ni siquiera iniciado. Ello lleva a que en 1.169, el mismo año de finalización del plazo establecido, se suscite un pleito ente el Conde Don Pedro de Molina y el Abad Don Martín de Huerta. En documento que también figura en el Cartulario del Monasterio, se dice que en ese mismo año el Conde Don Pedro se reúne en Arandilla con el Abad Don Martín y algunos hombres del Concejo de Molina, con el objeto de apear la heredad y fijar sus nuevos límites.
En 1.176, el rey Alfonso VIII y su esposa Doña Leonor, reciben bajo su protección al Monasterio de Huerta, y le confirman entre otras la propiedad que sobre Arandilla tenía en esos momentos, lo cual quiere decir que la heredad es ya de los monjes sorianos: “Ideo ego Aldefonsus Dei gratia rex Castelle, una cum uxore mea Alieor regina uso dopne Martine, abbas de Orta....confirmamus hereditates uero quas modo habetis in presenti carta isussimus nominari scilicet monasterium de Orta....Arandela dela cum ómnibus terminis suis.”
Een 1.181 Don Pedro, ante el temor a morir en Lérida a donde se dirige a combatir, redacta un testamento en el que dona a los monjes de Huerta cuatrocientas ovejas, cuarenta vacas y cuanta heredad pudiesen arar dieciséis yugadas de bueyes de año en año junto a la heredad de Arandilla, además de la cantidad de mil morabetinos (maravedís) con el objeto de edificar allí un monasterio donde desea ser enterrado si la muerte le sobreviene en Lérida.
Este empeño de Don Pedro de construir un cenobio en el lugar de Arandilla demuestra el gran deseo que tenía el conde molinés por contar dentro de su territorio con un lugar donde poder enterrar a su padre, ser enterrado el mismo y sus sucesores, y tal vez retirarse en los últimos años de su vida.
Siguiendo con la donación testamentaria de 1.181, Don Pedro hace referencia en la misma que si cuando el muera no se hubiese concluido el monasterio de Arandilla, los monjes levanten en el lugar un altar donde celebrar el oficio divino de sus funerales. Además añade que, si sus sucesores no aportan la cantidad de tres mil maravedís para continuar edificando el cenobio, le entierren en el Monasterio de Santa María de Huerta.
También establece que, aunque se pudiese levantar el monasterio en Arandilla, pero no se pudiera sustentar por no disponer de medios suficientes, quedasen sin efecto todas sus anteriores voluntades y quedase para siempre la heredad de Arandilla en poder del Monasterio de Huerta.
Por último, cede el patronato del cenobio al rey de Castilla, renunciando expresamente al mismo él y sus sucesores.
A partir de este momento, ninguno de los posteriores Señores Molineses volvieron a retomar el tema de la creación de este monasterio, con lo cual la heredad quedó en poder del monasterio soriano, permaneciendo en esta situación hasta la Desamortización de Mendizábal en el siglo XIX, momento en que se priva a los monjes de su tenencia y pasa a ser propiedad particular.
El 10 de abril de 1.199 el mismo rey Alfonso VIII citado anteriormente, confirma al Monasterio de Huerta, cuyo abad en esos momentos es Jimeno, todas las propiedades que tenía o pudiera tener el cenobio, entre las que se encuentra Arandilla: “Ego Aldefonsus, Dei gatia rex Castelle et Toleti...confirmationis et stabilitatis Deo et monasterio Sancte Marie de Orta....confirmo omnes hereditates quas modo habetis et possidetis, scilicet, monasterium de Orta cum uniuersis terminis et pertinentiis suis;....Arandela cum ómnibus terminis suis.” Francisco Núñez dice de Arandilla en su obra "Archivo de las cosas notables de esta leal villa de Molina" escrita en el siglo XVI: "Buenafuente Villa que al presente es de las monjas del Monasterio de este nombre. Solia ser tambien de Molina y el Conde Dn Pedro Manrrique Segundo Señor de Molina e hijo del fundador Almerich hizo donazion de la Villa y su termino y de la hermosa dehessa de Arandilla y de la Casa deuota de Nra Señora del Montesino a los Padres Bernardos de Huerta con intenzion que hiziesen otra casa de Bernardos en la dita Dehessa de Arandilla donde fuese su entierro y de los otros Señores de Molina según pareze por la Carta de Donazion y testamento de este Conde que se muestra en el Monasterio de Huerta pero el Abad y Monjes Bernardos les parezio seria mejor hazer de estos vienes un Monasterio de monjas en Buenafuente y asi lo hizieron zerca de los años de 1200 y desde entonzes esta Villa de Buenafuente fue y es de las dtas monjas".
También Gregorio López la Torre Malo en su "Chorográfica descripción del muy noble, leal, fidelíssimo y valerosíssimo Señorío de Molina" reseña en el siglo XVIII, la finca de Arandilla: "Arandilla, llamada antes Arandela y Arandiella, es una casería o granja del Real Monasterio de Huerta, la que dió Doña Hermenesenda, Señora de Molina, el año de 1167 para que fundassen Monasterio, el que no se fundó y era para que sirviessen con mayor culto y veneración a nuestra Señora dl Montesino, por no ser capaz a donde se apareció de erigir Monasterio. En su término el año de 1.551 se sacó mucho alumbre segun refiere el Ilustrissimo Manrique Cathálogo de los Abades de Huerta".
Es también intersante mencionar que a mediados del siglo XVIIl, Arandilla se encontraba en la Provincia de Soria mientras que.Torremocha, dependiente de Molina de Aragón, pertenecía a la Provincia de Cuenca. En los siguientes mapas de época, puede apreciarse esta curiosidad:
Ver mapa de 1.782
Ver mapa de 1.775
De este hecho ya tenemos constancia en la 1ª y 2ª hoja del Dicionario Geográfico Universal de 1.795, seguidas de las hojas referentes a la provincia de Cuenca (hasta el final del Tomo II), en donde se refiere que el Señorío de Molina así como las Sexmas pertenecen a la provincia de Cuenca. Ver.
¿Sabías que de la Sexma del Sabinar, a la que pertenecía Torremocha del Pinar, salió mucha madera para la edificación del Monasterio de San Lorenzo del Escorial, por la longitud y bondad de sus árboles?. Pues lee lo que se dice al respecto en el Dicionario Geográfico-Estadístico de España y Portugal, de 1.827 del Doctor Don Sebastián de Miñano, pinchaaquí.
Como puedes ver, nuestro Pueblo, Torremocha del Pinar, tiene una importante historia. Desde el siglo XIV ya disponemos de documentos que hacen refrencia a nuestro bonito Pueblo. De la historia más reciente sabemos también varias cosas, algunas más curiosas que otras. Por ejemplo, en Torremocha teníamos una máquina de rayos X empleada por los médicos de la zona, incluso Molina, para realizar placas a los enfermos..
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