La ermita se encuentra enclavada a unos cuatro kilómetros de Cobeta. Se trata de un gran edificio del que destaca su puerta adintelada, con fornidos hierros, en forma de arco de medio punto formado por grandes dovelas. De planta rectangular, queda formada por dos cuerpos, más elevado el que corresponde a la cabecera, al que se encuentra adosada la sacristía, construida a base de mampostería –con excepción de las esquinas, vanos y puerta–. En el hastial se abre un pequeño vano ocupado por una pequeña campana. Su interior se caracteriza por el presbiterio cubierto de una cúpula, apoyada sobre perchinas, decoradas con motivos geométricos. Además, dentro de la ermita se conservan un buen número de recuerdos marianos, muestra de la devoción a la virgen a la que rodea una milagrosa leyenda. Tras el famoso episodio se levantó el templo como señal de advocación a Nuestra Señora de Montesinos. Frente a la ermita, se halla la casa del santero. Elementos, todos ellos, que conforman un conjunto de arquitectura tradicional envuelto por la belleza del paraje natural.
Según la tradición, la Virgen se apareció a un pastorcilla manca que buscaba por los parajes donde se levanta el santuario una vaca que había perdido. La Virgen le aseguró a la pastorcilla que por su intersección hallaría al animal, encargándole además que fuese al Castillo de Alpetea que se encontraba al mando del moro Montesinos el cual asolaba aquellas tierras con crueldad. Para convencer al moro, la Virgen le repuso la mano perdida poniendo sobre la misma la señal de la cruz. Visto el milagro, Montesinos se convirtió al cristianismo, bautizándose en el lugar donde se había producido la aparición mariana.
La ermita es una de las más antiguas de la zona de Molina de Aragón. Sin embargo, nada queda de su edificio primitivo. Fue reconstruida en el siglo XVI por Diego López de Zúñiga, aunque tampoco coincide con la imagen presentada en la actualidad.
Atribuye la historia popular los restos aparecidos en los alrededores de la ermita, entre los que se encontraron vasijas quebradas y algún esqueleto varios de ellos de gran tamaño, al moro Montesinos, quién mostró continuado fervor por la virgen desde ocurrido el milagro.
Para acceder a este maravilloso entorno se puede hacer también desde Corduente, tomando la pista señalizada que discurre paralela a las aguas del Arandilla, o desde Torremocha del Pinar, y dejar los vehículos en el aparcamiento que hay a los pies de la ermita. Aunque lo más recomendable sería dejar el coche en alguna de las localidades cercanas y realizar la ruta hasta la ermita a pie, para poder disfrutar en estado puro del paisaje de esta parte del Señorío de Molina.
Cada tercer sábado de mayo, los vecinos de Cobeta, la Olmeda, Torremocha, Torrecillas, Selas, Anquela y Aragoncillo se unen en alegre romería. Celebrada en honor a la Virgen de Montesinos, a esta romería también se la conoce como fiesta de las siete banderas, debido a que cada uno de los pueblos acudía a la romería representado por su cruz y su estandarte.
Desde por la mañana, van llegando a la ermita los primeros vecinos. Tras la misa y la procesión, en la que la virgen es sacada en andas desde la ermita y llevada alrededor de la misma, los actos religiosos se celebran entre las 11.00 hasta el mediodía, los allí congregados disfrutan de una buena comida rodeados de un bello entorno natural, refrescado por las aguas del río Arandilla, con muy buena fama en cuanto a sus aguas entre los habitantes de la zona, y en el que las altas rocas de arenisca rojiza contrastan con la exuberante vegetación del valle.
Declarada como fiesta de interés turístico provincial de Guadalajara, a la romería acuden cada año a poner velas y adornar a la virgen con flores los habitantes de estas localidades cercanas a Cobeta, término en el que se levanta la ermita. Aunque no es lo habitual en estas celebraciones religiosas, en esta romería los devotos de la Virgen de Montesinos no subastan los palos ni realizan ofrendas.
Desde 1.140, los pueblos de alrededor de La Virgen de la Hoz ("El Butrón") ya iban de romería a este fantástico lugar.
Además, "El Ermitaño" del Montesinos, Don Francisco Checa, querido por todos. ¿Sabes que lleva trabajando en El Montesinos desde el 22 de Junio de 1.980?...
El castillo de Alpetea fue una antigua supuesta fortificación del famoso musulmán Montesinos que dio origen a la leyendade la Virgen del Montesinos. Este moro, enviado por el Rey también moro de valencia, parece ser que fue especialmente cruel en la zona.
Parece ser que en la guerra civil, hubo una gran batalla en este enclave. Allí se encontraban en el mes abril de 1937 la "Guerrilla de Cobeta" o Guerrilleros del Alto Tajo cubriendo a la 75º División. Al parecer el Ejército Republicano pretendía volar el puente San Pedro, por lo que los Nacionales apostaron allí un pelotón. Tras una dura batalla, el puente quedó ileso.
Es la primera Microrreserva que se declaró en la región. Alberga una de las pocas poblaciones conocidas en Castilla-La Mancha del helecho Ophioglossum azoricum, especie catalogada del interés especial en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas.
Flora:Además de la población de helecho Ophioglossum azoricum, destacar la presencia de una serie de comunidades vegetales (prados de diente meso-eutrofos subatlánticos, cervunales, comunidades higrófilas y turfórilas de Moninia caerulea, prados juncales hidromorfos acidófilos, etc.) favorecidas por la hidromorfía edáfica derivada de condiciones moicrotopográficas favorables, de apreciable interés ecológico y de elevada fragilidad a las transformaciones de uso del suelo, especialmente simodifican la delicada dinámica hídrica del suelo. La mayoría de estas comunidades están consideradas hábitats de conservación prioritaria por la Ley 9/1999, de 26 de mayo, de Conservación de la Naturaleza.